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Writer's pictureEsteban Darquea Cabezas

Sensei 先生

Cuando pensamos en un sensei a la mayoría de nosotros se nos viene a la cabeza la imagen de un gran maestro de artes marciales, por lo general más viejo, más sabio y dueño de una técnica superior. Nos transmite la imagen de una persona muy hábil para la violencia pero que ha logrado un nivel de paciencia, humildad y control de sus emociones que no precisa demostrar lo que sabe. Y si lo llegase a necesitar, seguramente usaría la mínima cantidad de fuerza y violencia para evitar hacer daño a su oponente. Solo basta recordar la última escena de la película The Karate Kid, cuando el señor Miyagi doblega al villano. Justo en el momento que lo tenia a su merced para un golpe final - obviamente todos los espectadores queríamos que lo golpee - en lugar de hacerlo le aplasta la nariz de manera juguetona como a un niño malcriado y lo libera. Tremenda lección de misericordia que quedará grabada para siempre en nuestro inconsciente. La cultura popular se ha encargado de programar en nuestra cabeza la idea de personajes como el señor Miyagi, el maestro Yoda de Star Wars o Pai Mei de Kill Bill. Clásicos ejemplos de sensei.



Sensei significa nacer antes. Aunque no necesariamente tiene que ver con la edad. Digo esto por que es posible que un sensei tenga alumnos mayores que el. El camino de cada persona empieza diferente, algunos tienen la oportunidad de empezar a una pronta edad. Por lo que ese imaginario colectivo del viejito con bastón capaz de derrotar oponentes tres o cuatro veces su tamaño carece de sentido una vez que entendemos el significado de la palabra.


Algo que me preocupa profundamente de nuestra sociedad es la mercantilización de absolutamente todo. Por un lado, es hilarante ver como venden cursos para ser coach. En todo lado aparecen anuncios de personas e instituciones que te ofrecen ser coach en cinco semanas por tan solo cuarenta euros ¡Inscríbete ahora! ¿Acaso se ha prostituido tanto la educación que ahora te venden cursos para que tu puedas dar cursos? ¿Acaso no es la experiencia la que te da el conocimiento necesario para hacer esto? Vivimos tiempos locos en los que debemos caminar con los ojos abiertos y los sentidos en alerta, caso contrario terminaremos creyendo cualquier patraña que nos venden a la vuelta de la esquina. Insisto, me resulta angustiosamente cómico que ahora existen fábricas de producción en línea de senséis. Por otro lado, para mí la palabra sensei aún tiene un aura especial que implica que no cualquier persona merece ser llamado así.


Esto se debe principalmente a que mi sensei dejó la barra bien alta. Andres Pérez Belmar, líder y fundador del equipo Cohab Chile - el equipo de jiu jitsu más prestigioso de ese país, esposo, padre de familia, amigo extraordinario y la persona que me introdujo a las artes marciales. Andrés ha logrado inspirar a miles de personas y ha logrado transformar la vida de todos quienes hemos tenido el privilegio de conocerlo. Yo sostengo que existe una diferencia abismal entre un profesor y un sensei. La idea va más allá de solo pasar conocimiento, el objetivo ulterior es inspirar. Y mejor aún, inspirar a través del ejemplo y he repetido varias veces que esa es la mejor forma de liderar. Ir a la guerra al frente, dar pelea y demostrar ese corazón guerrero que todos tenemos adentro pero que muchas veces somos obligados a reprimirlo. Así como el gran Marco Aurelio, aquel emperador y filósofo romano que iba a la guerra liderando al frente junto a sus soldados, arriesgándolo todo, inspirando a través del ejemplo.


Eres el promedio de la gente con la que te rodeas.

Eres el promedio de la gente con la que te rodeas. He oído era frase varias veces y si no me equivoco se la atribuyen al gran Jim Rohn. Estas palabras vienen llenas de verdad, pues yo mismo he sentido como la gente negativa y problemática te roba la energía, literalmente. Por lo tanto así como existen aquellos que solo encuentran problemas en lugar de soluciones, también hay de los otros, los que ven las soluciones donde hay un problema. Si te logras juntar con esta clase de personas, tu también empezarás a tener esa visión. Creo que es posible encontrar un sensei para cada aspecto de nuestra vida. Un sensei para tu vida financiera, quizás uno para tu vida deportiva y también - porque no - un sensei para tu salud mental.


Tiene sentido ¿no? Si la misma palabra sensei significa el que nació antes, resulta sensato rodearte de personas que han pasado ya por esos caminos y pueden guiarte y evitar que tropieces con las mismas piedras, no importa el rubro del que hablemos. Aquí propongo una pequeña advertencia, no debemos idealizar al sensei como un super hombre o peor aún como un ser perfecto. Y creo que justamente ahí es donde reside la virtud. Pues nos demuestra que a pesar de ser humanos como todos nosotros, con todos nuestros defectos y limitaciones, han llegado a un punto de maestría física, psicológica y de conocimiento en determinada área. A través de la inspiración nos dan la fortaleza necesaria para seguir nuestro camino.


Ser sensei no significa estar libre de defectos. Significa haber aceptado esos defectos y seguir adelante a pesar de ellos. Después de todo, cuando el polvo se asienta y las ondas en el agua desaparecen, se trata de un juego de persistencia y no simplemente de maestría y conocimiento. Porque no importa quien es bueno, solo importa quien se queda hasta las ultimas consecuencias.


ED


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* Las opiniones expresadas en este Blog son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de COHAB Ecuador.

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