"No esperes que el mundo sea como deseas, sino como es realmente. De esa manera tendrás una vida pacífica" - Epicteto
Han pasado casi dos mil años desde que Marco Aurelio, el emperador y filósofo romano, escribió sus memorias en una obra titulada Meditaciones. El mundo actual esta pasando por una situación muy compleja, y me pareció acertado analizar la vida y el pensamiento de este personaje.
A todas las personas les vendría bien estudiar el estoicismo, si es que aún no lo han hecho. Esta corriente filosófica propone que nuestras emociones destructivas vienen de una manera errónea de ver el mundo. Por lo tanto, la razón es el valor que nos ayuda a mantenernos resilientes ante situaciones complejas que están fuera de nuestro control. Los hombres no son perturbados por las cosas, sino por sus opiniones sobre ellas, rezan los escritos estoicos.
Marco Aurelio llegó a ser emperador romano con una mayor preparación intelectual que militar. Su padre adoptivo, Antonino Pio, prefirió que siga ese camino, dado que en la época el imperio romano transitaba por tiempos de paz, aún así el joven Marco Aurelio era aficionado a la lucha y al boxeo. Durante su juventud, adoptó muchos hábitos que eran predicados por los grandes filósofos y que se convertirían en parte central de su pensamiento. Entre esos hábitos estaban utilizar ropas sencillas y viejas, dormir en el piso cobijado por pieles de animales y se entrenó para soportar el malestar físico. Su filosofía personal, que se fue moldeando con los años lo ayudo a convertirse no solo en un gran emperador, si no también en un general excepcional y valiente. La experiencia lo convirtió en un estratega y líder político como pocos.
Los hombres no son perturbados por las cosas, sino por sus opiniones sobre ellas.
Su principal mentor fue Junio Rustico, un político y pensador romano. Con él, Marco Aurelio tuvo su primer acercamiento oficial al estoicismo. Una de las mayores lecciones que aprendió con su maestro fue a controlar su temperamento, enseñanza clave para el desarrollo del futuro emperador. Aprendió que la ira, por ejemplo, es una locura temporal que puede tener consecuencias irreparables. También le ayudó a separarse de la retorica que había estado acostumbrado en ese ambiente imperial y le enseñó a comunicarse de manera sencilla, algo que se nota claramente en sus Meditaciones.
Peste, guerra y rebelión. Esos tres frentes tuvo que combatir el emperador filósofo durante su tiempo como líder del imperio romano. Quizás la práctica diaria de la filosofía estoica fue lo que lo mantuvo con la fortaleza suficiente para soportar y prevalecer ante esas circunstancias tan abrumadoras. Estuvo casi diez años al frente de las campañas de guerra en la zona norte del imperio, azotado por un frio terrible y soportando dolores de pecho y estomago. En estos años escribió sus meditaciones que luego fueron recopiladas en un solo texto, cuya relevancia se mantiene hasta el día de hoy.
En Marzo del año 180 Marco Aurelio se enferma con la plaga antonina. Después de siete días muere el emperador filosofo. Según los historiadores, hubo una tristeza abismal a lo largo y ancho del Imperio, ya que había muerto el último de los cinco buenos emperadores. Hasta el día de su muerte, Marco Aurelio se mantuvo estoico, aceptando su destino. Trató de educar a su sucesor, Cómodo, para liderar a Roma pero sus intentos fallaron, el declive del imperio romano estaba en camino. Por fortuna, aun nos quedan sus Meditaciones, ese texto lleno de sabiduría que millones de personas usamos hasta el día de hoy.
Mientras termino de escribir estas líneas veo la ciudad desolada a través de la ventana del departamento. Al igual que durante el encierro del 2020, vuelvo a escuchar pájaros en lugar de buses. Una vez mas entramos en un estado de excepción en el país a causa de la crisis sanitaria que vive el Ecuador y el mundo entero. Si algo hemos aprendido de estos tiempos extraños, es justamente a aceptar las cosas como son. No podemos hacer nada en contra de algo tan inesperado y global como una Pandemia, solo podemos aceptar y reaccionar de la mejor manera. Vale la pena recordar las palabras de Lucius Annaeus Séneca (filósofo estoico que fue obligado a suicidarse por el emperador Nerón): "No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba"
ED
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