Marianne Williamson, escritora y activista norteamericana, escribió uno de los párrafos más poderosos que he leído, en su libro A Return to Love de 1992. Estas palabras han sido atribuidas de manera equivocada a Nelson Mandela, quien supuestamente las dijo en su discurso inaugural como presidente de Sudáfrica en 1994. Un ejemplo más de la desinformación que inunda el internet, en todo caso, dice así:
"Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que más nos asusta. Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso? En realidad, ¿Quién eres tú para no serlo?"
La psicología es una ciencia fascinante y siempre estoy buscando maneras de aprender más acerca de ella. De cierto modo, esta sed de aprendizaje me ha ayudado a ser un mejor profesor de Jiu Jitsu. Después de todo, la psicología estudia los procesos mentales y el comportamiento del ser humano y qué otra actividad pone a prueba estos factores más que una lucha cuerpo a cuerpo. Estos años entrenando y estudiando el arte del Jiu Jitsu me han enseñado, sobre todas las cosas, a conocer a las personas. He visto de cerca sus motivaciones y sus miedos, sus logros y fracasos y también he sido testigo de la increíble transformación que sucede dentro de cada individuo cuando logran mantenerse firmes en el camino del arte suave. El hecho de entrenar Jiu Jitsu todos los días les ayuda a mantener una mente alerta, lista para enfrentarse a cualquier cosa, dentro o fuera de la academia.
"Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite. Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta. Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso? En realidad, ¿Quién eres tú para no serlo?" Marianne Williamson
En las semanas previas a una competencia, generalmente tenemos una charla con todo el equipo acerca del miedo. Hablamos acerca del poder que tiene nuestra propia mente para limitarnos a nuestros temores y frenarnos de desarrollar nuestro potencial. La idea es meter esta idea en la cabeza de todos aquellos que van a competir, sembrar una semilla con la esperanza que esta florezca a tiempo, antes de pisar el tatami en el día cero. Tres puntos clave forman parte de estas conversaciones.
El primero: Visualizar un resultado positivo.
Es decir, les pedimos a los chicos que imaginen - con el mayor detalle posible - el resultado de cada una de sus luchas. Como van a empezar, que ritual van a tener antes de luchar, y si es posible, hasta las mismas técnicas que van a emplear para lograr su cometido. La visualización es una herramienta poderosa, muchas veces subestimada. Obviamente la visualización debe ir acompañada por un entrenamiento inteligente y disciplinado, por ello la importancia de los siguientes enunciados.
El segundo: Llevar cinco tanques de gas.
Esto significa que deben llegar con la capacidad de luchar tres horas seguidas sin cansarse - si fuera necesario. Lo peor que les puede pasar en una lucha es cansarse o quedarse sin gas como decimos. No existe técnica, fuerza o velocidad que les salve cuando se acabó el gas. Es como tener un Ferrari sin gasolina - prácticamente inservible. Si hacen esto, si crean el hábito de llegar con un cardio de otro mundo a las competencias, van a disfrutarlas en lugar de detestarlas. Y cuando llegan con esta preparación, el miedo disminuye drásticamente y tendrán mayor control de la ansiedad propia de la competencia.
El tercero: Concéntrate en ti, no en los de afuera.
Generalmente el mayor miedo de perder, es hacerlo frente a otras personas. Sea un torneo local o un campeonato internacional con miles de competidores, el miedo reside en las cámaras, en los ojos del publico y en el ego. Una vez que comprenden que es un día mas de jiu jitsu. Otro día mas de disfrutar el arte que practicamos día tras día, aprenden a controlar mejor ese nerviosismo clásico antes de entrar a pelear. La mayoría de alumnos tiene otras responsabilidades más allá del jiu jitsu: trabajos, familias, clases de la universidad y en este sentido, hay que tener claro que solo tienen un tiempo limitado para entrenar. Lo importante es que sean conscientes de este hecho y dediquen el mayor tiempo posible para entrenar. Hacer lo mejor con el tiempo que tienen. Si tienen, por ejemplo, cincuenta horas para entrenar, que sean capaces de usar todo ese tiempo para llegar en su mejor versión posible.
Después de todo, ganar o perder, es circunstancial. Lo importante es aprender a vencer esos miedos y hacerlo - con todo y miedo. Una vez que se asiente el polvo, tendrán la certeza de que pusieron a prueba su carácter y eso los hace ganadores - no importa si se llevan el trofeo a casa o no.
ED
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