Del latín immaculātus; adj. Que no tiene mancha.
¿Alguna vez te has despertado a media noche por aquel característico ruido de un insecto golpeándose contra la ventana o zumbando tan cerca de tu oído que sientes sus alas rozar tu piel? Seguro tu primer instinto es prender la luz y agarrar lo primero que encuentras para matar al osado invertebrado que ha interrumpido tu sueño profundo e inmaculado.
Una pequeña - pero poderosa - muestra de que creemos ser dueños del planeta. Monos desnudos, egoístas y destructivos ¿Han pensado alguna vez que quizás somos nosotros quienes estamos invadiendo su espacio?
No me sorprendo cuando escucho historias de ballenas que atacan embarcaciones llenas de turistas obesos, llenos de comida chatarra. Pagan algunos dólares a cambio de sacar la foto perfecta para presumir en sus redes sociales; mientras ellas - las ballenas - vienen a nuestras aguas para procrear ¿Qué harían ustedes si están con su cría recién nacida y ven un ejército de lanchas siguiéndoles? Eliminar la amenaza. Creo que es una reacción lógica ¿no?
La Tierra ya no tiene la capacidad para depurar todo el abuso al que la hemos sometido durante cientos de años. Me siento y observo la ingenuidad de las personas que se disputan la verdad absoluta. No es el capitalismo ni el comunismo, tampoco es cuestión de hacerse vegetarianos y dejar de utilizar productos de animales. Ni vamos a solucionar el problema separando un par de botellas plásticas del resto de basura.
La solución para el planeta es que un 80% de la humanidad desaparezca. Punto. Suena descabellado y ningún político saldrá con ese discurso en sus campañas electorales - suicidio político lo llamarían. Nuestro planeta se encargará de esto eventualmente. Piensen en su propio cuerpo, ¿Qué sucede cuando lo invade un objeto extraño que causa fiebre y malestar? No empieza programas de reciclaje, no se forman sindicatos de células veganas para parar el maltrato animal y tampoco salen desnudas a protestar. El cuerpo enfoca toda su energía en una sola tarea:
Eliminar la amenaza.
Piensen en lo que ha sucedido los últimos dos años, pánico mundial por un virus con el 1% de mortalidad ¿Se imaginan cuando aparezca uno con el 60 - 70% de mortalidad? Seguro no se lo quieren ni imaginar. Lo entiendo, a veces es mejor mirar para otro lado; pero eso no quita el hecho de que no pueda suceder. Igual que la basura ¿Alguna vez se han sentado a pensar a dónde va esa bolsa negra que sacan todos los días y a la mañana siguiente desaparece? Créanme, no desaparece. Ni el primer plástico sintetizado en 1870 se ha descompuesto hasta el día de hoy. Piensen en eso. No hay donde poner más desechos y no caben más personas en este mundo.
"Cuando se consideran cosas como las estrellas, nuestros asuntos no parecen importar mucho, ¿verdad?" Virginia Woolf
¿Fatalista? No. Realista diría yo. Quizá el planeta necesita este renacimiento inmaculado, un reinicio planetario que permita iniciar todo desde cero. Pero hasta que eso suceda - a lo mejor nunca, a lo mejor se apaga el sol antes de eso, ¿Quién sabe? He llegado a la conclusión de que lo único que realmente está bajo nuestro control es irnos de este mundo inmaculados. Usar este tiempo aquí en la Tierra para hacer lo mejor que podamos, ayudar a la mayor cantidad de personas posible y aceptar nuestros errores; pedir disculpas a quienes hemos manchado y perdonar a quienes nos han manchado a nosotros.
Siete billones de seres humanos y contando. Lo último que necesitamos es más imbéciles dando vueltas. Sean amables.
ED
Comments