"Regla número uno: nunca pierdas dinero Regla número dos: nunca olvides la regla número uno" -Warren Buffet
Voy a empezar estas líneas con un ejemplo de economía. Irónicamente, estuve a punto de perder el último año de la secundaria por causa de economía - me terminé graduando separado del resto del curso por causa del examen supletorio. A pesar de ese desafortunado primer acercamiento con esta ciencia y las pesadillas llenas de curvas de oferta y demanda, con el pasar del tiempo se ha convertido en un tema apasionante y hago lo posible por aprender lo más que puedo acerca de el. En todo caso, venga el ejemplo - Imaginen que la persona A invierte $100,000 en un negocio y al cabo de cierto tiempo pierde el 50 porciento por una mala administración del mismo. Le quedan $50,000. Necesitaría un rendimiento del 100 porciento de ese dinero sobrante para volver a sus $100,000 originales y eso puede tomar mucho tiempo. Piénsenlo, la persona A solo perdió el 50 porciento de su inversión inicial, sin embargo necesitaba un 100 porciento de rendimiento para volver al punto de partida. Por eso: nunca pierdan.
A que viene todo esto. A que tenemos la tendencia de buscar resultados rápidos y fáciles. Y la verdad es que esa forma cortoplacista de ver la vida nos llevará a un solo lugar: uno lleno de frustraciones y malas decisiones. Nuestros países latinoamericanos están llenos de historias de mal llamados asesores financieros que se aprovechan de la ignorancia de la gente - prometen rendimientos absurdos, casi perfectos, a cambio de que los incrédulos desembolsen sus ahorros de vida. Al final de todo lo único que queda son: familias más pobres y delincuentes que nunca son juzgados. Y este es un mal que recorre todo el mundo y no distingue entre ricos, pobres, negros ó blancos. Solo unos pocos se salvan, el resto quiere todo rápido y fácil. Es un problema de principios.
Si eres jiujitsero entiendes los principios básicos de una palanca de brazo. Si eres inversionista entenderás el principio de la eficiencia fiscal. Si eres psicólogo seguramente tienes claros los principios fundamentales del comportamiento humano. Y es que hasta las cosas más complicadas de este mundo pueden ser cortadas hasta sus componentes más pequeños: sus principios.
Curiosamente ese principio de no perder mencionado en el primer párrafo, se relaciona directamente con el Jiu jitsu. A lo mejor están pensando ¡Pero es imposible no perder! hasta los mejores pierden. Si lo vemos desde un punto de vista de un campeonato, una pelea, un partido, entonces si, es verdad. Ali perdió, Federer perdió, Senna perdió. Pero no hablo de este tipo de plazos. Hablo de plazos largos, treinta, cuarenta, cincuenta años en el futuro. Porque a la larga todo está en el futuro. Estas líneas que se están hilando en este preciso momento entrarán a través sus ojos eventualmente. Estarán ustedes pensando si tienen sentido o no tienen sentido. Pero ese ya es otro tema. En todo caso, la tasa de supervivencia de todos nosotros llegará a cero eventualmente y por eso llego a la conclusión de que todos debemos aprender a defendernos.
Y es que hasta las cosas más complicadas de este mundo pueden ser cortadas hasta sus componentes más pequeños: sus principios.
Después de todo, el Jiu jitsu es un sistema de defensa personal. Y cuando hablamos de defensa personal, lo único que importa es no perder la vida. He hablado en ocasiones anteriores de la importancia que tiene este aspecto en la vida diaria de todos nosotros. La defensa personal debería ser una práctica regular en escuelas y colegios, así como imparten lengua y literatura o historia y geografía. El principio de saber defenderse físicamente, a la larga, permite que tengamos la confianza suficiente para ir por la vida y podamos perseguir nuestros sueños. Y si en el camino, nos encontramos con alguien que quiera quitarnos lo que es nuestro - y seguramente suceda varias veces durante nuestra vida - tendremos la valentía suficiente para pararnos firmes y hacernos respetar.
No se trata de ganar siempre. Se trata de no perder a largo plazo.
ED
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