Delirio masivo y el arte de la defensa personal.
"¡Bullshit!" es una expresión anglosajona que se usa para exponer a una persona que esta mintiendo o hablando pendejadas - literalmente significa, estas lleno de mierda. Una expresión sincera, gráfica y muy acertada en algunos casos. En el Jiu Jitsu, no hay espacio para bullshit. Cuando entras en esas colchonetas y estas luchando cuerpo a cuerpo contra otra persona, no puedes esquivar la realidad. No existe esa triste zona gris que vemos en el lenguaje muy a menudo, aquella tierra de nadie en donde personas estúpidas - pero más peligroso aún, convencidas de su estupidez - abogan por ideas equivocadas o que a su vez, han sido ampliamente probadas como inservibles. Por ejemplo, puedo yo discutir que escribo estas líneas desde un crucero en Alaska y aún siendo una absoluta mentira, me mantengo firme en favor de mi argumento. Si yo vivo esta mentira, y realmente creo en ella, ¿Quién me lo puede negar?
Y así llegamos a vivir en estos tiempos de delirio masivo, donde la realidad esta completamente distorsionada. Por otro lado, si una persona se sube a mi espalda con sus piernas envueltas alrededor de mi torso para inmovilizarme y me aprieta el cuello con sus dos brazos, tengo dos opciones: o sé como escaparme o no. Punto. A esto me refiero con que no existe espacio para bullshit en ciertas artes marciales como el Jiu Jitsu y a mucha gente le aterra esta realidad, pues se expone su completa inutilidad ante una situación de violencia, y esto puede suceder el momento menos pensado.
Una de las virtudes más importantes del Jiu Jitsu - y el grappling en general - es que la brecha entre teoría y realidad puede ser completamente cerrada durante el entrenamiento. Por ejemplo, yo no le confiaría una cirugía a corazón abierto a una persona que ha visto videos en YouTube de como hacerlo, ciertamente preferiría aquel médico que tenga experiencia con otras personas. Y ese es el gran problema de la defensa personal en la actualidad. Hay demasiada información libre y abierta, demasiado bullshit, pero pocas personas tienen la capacidad de discernir entre un aprendizaje que te permita llegar sano y salvo a tu casa y uno que te lleve al cementerio.
Si me permites, aquí te comparto tres conceptos que he aprendido en estos años - tanto prácticos como teóricos. Digo teóricos, por que también han sido de suma importancia las conversaciones mantenidas sobre defensa personal con policías y militares, quienes por su trabajo tienen la - lamentable - oportunidad de ver la violencia cruda, frente a frente como ninguna otra profesión. Una cosa es practicar una coreografía de una pelea con gritos histéricos para liberar el ki, y otra completamente diferente es que te embista una persona violenta, drogada con LSD y portando un cuchillo de carnicero. Si tu mente no esta preparada para ello, entras en shock, y eso puede ser la diferencia entre vida o muerte.
Luchar sin luchar
En primer lugar voy a citar algo obvio, pero que sin embargo es importante repasar. Si estas caminando a tu casa después de una larga jornada de trabajo y tienes dos opciones para ir a tu casa: una es a través de un callejón oscuro con una luz que parpadea de manera tenebrosa y un grupo de jóvenes bebiendo alcohol a mitad de camino. La segunda opción es más larga, sin embargo, es bien iluminada y el comercio circundante hace que haya una considerable cantidad de personas paseando. Lo racional seria optar por el camino más largo, ¿verdad? Sin embargo, escogiste el callejón oscuro mientras avanzas cabizbajo, chateando a través de tu teléfono inteligente de última generación y cuando te das cuenta, tienes tres hombres armados en frente. Cuando quieres actuar, es muy tarde, entras en shock y tu habilidad cognitiva para reaccionar se bloquea. No puedes hacer absolutamente nada.
Entonces, el primer consejo es: aprende a cultivar tu conciencia situacional. Esta habilidad te permite ser consciente de tu alrededor, donde quiera que vayas. No es con la intención de volverte paranoico, simplemente es un ejercicio que incluso miembros de las fuerzas armadas practican en su tiempo libre. La próxima vez que vayas a comer con tu familia, haz la prueba. Fíjate donde están las salidas, fíjate si hay alguien sospechoso en el lugar o en el perímetro al salir. Piensa en cual seria la mejor forma de actuar ante algún imprevisto.
Cultiva tu consciencia situacional.
Corre, corre y sigue corriendo
Ahora, imagina el siguiente caso: un borracho belicoso en una fiesta se acerca con sus puños cerrados en señal de que quiere pelear, ¿Qué haces? Te diré lo que haces, simplemente camina hacia el lado opuesto. Huye de la pelea. No, no quedarás como un cobarde. Quedarás como un adulto inteligente y racional que evitó una situación que podría terminar con un enredo de problemas legales o incluso la muerte. ¡Que dramático!, exclamarán algunos. En realidad, no, no soy dramático. Imagina que el borracho se acerca y te lanza un golpe recto. Tu logras esquivarlo y lanzas un golpe propio que, por mala suerte, pega en la mandíbula del desgraciado y lo deja inconsciente. El individuo, alcoholizado e inconsciente, cae hacia atrás y golpea su cabeza contra el filo de la vereda y queda en coma. Diez días pasan y miles de dólares de terapia intensiva para que el individuo finalmente fallezca. ¿Quién crees que va a tener problemas ahora?
Daños colaterales que se desglosan en cincuenta mil dólares de gastos médicos y legales, además de no se cuantos años de cárcel por una situación que tranquilamente podías haber evitado - recuerda, tu estabas sobrio.
Si puedes evitar la pelea, hazlo, siempre.
Si te cogen, más te vale que sepas lo que debes hacer.
Es importante distinguir dos casos diametralmente opuestos: En el primer caso, el atacante te apunta con una pistola y te pide la billetera. En esta situación, hazme caso, ¡Dale la puta billetera! Ahora, si el mismo atacante te apunta con una pistola y te quiere obligar a entrar en un callejón oscuro, la situación se transforma radicalmente.
En este terrorífico escenario en el que no puedes correr y el atacante te agarró y por el motivo que sea - por lo general los motivos son macabros - no te deja escapar. En este caso, más vale que pelees por tu vida. No importa si aprendiste box, muay thai, jiu jitsu, lucha olímpica, o cualquier otro arte marcial que realmente te enseñe a pelear. Me refiero a una actividad en la que hayas sentido - millones de veces - lo que significa estar en una situación en la que otra persona esta tratando de darte un golpe de nocaut o buscando estrangularte y quebrarte el brazo con todas sus fuerzas. Solo en ese caso, estarás listo para pelear por tu vida.
Así que si vas a aprender algo, asegúrate que te prepare para una situación real. Caso contrario no pierdas tu tiempo. Aunque debo insistir que los dos primeros consejos son los más importantes.
Espero que estas líneas lleguen a aquellas personas que viven en ese delirio masivo. Espero que tú, que estas leyendo estas ultimas líneas, decidas inscribirte en la academia de artes marciales más cercana a tu casa y hagas lo mismo con tu familia. A ti, que te indignas por la inseguridad, pero no haces nada para solucionarlo. A ti, que criticas a la policía pero al mismo tiempo crees que ellos llegarán para salvarte cuando lo necesites. Te cuento un secreto, la cruda verdad es que la policía llega cuando el acto ya fue perpetrado y el polvo se ha asentado, llegan a ver si acaso pueden capturar al delincuente - y eso si es que llegan.
Entonces descubres la aterradora verdad de que el único que te va a salvar de una situación violenta, serás tu mismo.
*Grappling: Artes de combate que consisten en agarres, derribos, proyecciones y control en el piso. Jiu jitsu, judo, lucha, sambo ruso, etc. A diferencia del striking, que se refiere a artes de combate de golpes con manos y piernas.
Excelente razonamiento y consejos